Welelo (¿sabrás decirlo?)

Verás… todo empezó en el parvulario, al oír mi nombre la maestra quiso coger un diccionario.
Seguro que ella hubiera preferido llamarme Mario, o quizá de otra manera que no le supusiera un calvario. Después de varios intentos dijo Welelo, niño negro y nombre raro así que imagínate el revuelo. Al principio me miraban con un poco de recelo, pero al rato ya estaban todos flipando con mi pelo. Mis compis no tardaron en llamarme Wele, y una vez la madre de uno dijo “¿qué quieres que huela?”. Por supuesto aquella anécdota no me dejó secuelas, aunque me costó aguantar la típica broma en la escuela. Acostumbrado a repetirlo un sinfín de veces, tendrás que decirlo correctamente aunque te pese,

Y es que ya es suficiente, escuchen atentamente, sé que es algo diferente pero no es tan difícil…

We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… sabrás decir…
We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… puedes llamarme…

We-le!

Uno de mis profes me llamaba Belelo, le corregí: “¿acaso usted pronuncia Baterpolo?”
Muchos vecinos prefirieron Wililó, no supe sacarles de su inexplicable confusión.
El padre de un colega se decantó por Bolelo, lo gritaba en la calle y yo evitaba cruzármelo.
Los mossos nos pararon, nos pidieron el carné, Valelo me llamaron, ese fue el chiste del mes.
Entonces mis colegas se viciaron con el Willy, ¡no soy una ballena y no me tienen que salvar!
Algún desconocido se atrevió a llamarme Willow, ¡ya se que soy un mago pero sólo al rapear!
Sé que tengo mi culpa por no haber parado antes, este sinfín de motes y versiones malsonantes.

Pero ya es suficiente, escuchen atentamente, sé que es algo diferente pero no es tan difícil…

We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… sabrás decir…
We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… puedes llamarme…

We-le!

El colmo de los colmos ocurrió en Guinea, allí tuve problemas sí aunque no lo creas.
En España mi nombre es raro, extraño y sinigual, y en Guinea me dicen: “¿no tienes un nombre normal?” Acabáramos, de Guatemala ya nos fuimos a Guatepeor, hay quién pregunta que cual es mi nombre auténtico, que a quién se le ocurrió eso de Weleló, tanta pregunta me llega a poner histérico.
Pero lo tomo con humor, ¿su nombre por favor? Aquí tiene mi documentación
Menudo cachondeo si lo deletreo… W-E-L- ¿qué?! Les entra el mareo!
Ni Walter, ni Waldo, ni Wally, ni Wallace, ni Wilson, Wilfredo, Wilfrido, ni William...

Y es que ya es suficiente, escuchen atentamente, sé que es algo diferente pero no es tan difícil…

We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… sabrás decir…
We-le-ló… sabrás decirlo… We-le-ló… puedes llamarme…

We-le!